A pesar de la situación las funerarias se las arreglan para prestar sus servicios

Coronavirus comienza a desbordar Funerarias del país (funerarias)

En Colombia se han perdido un poco más de 23 mil vidas a causa de Covid-19. Debido a las restricciones impuestas los familiares y seres queridos de las víctimas no han podido brindar el respectivo adiós a sus seres queridos. 

Pero no solo está el dolor de las familias y seres queridos que no pueden despedir a sus familiares de manera digna, el problema también está alcanzando a las funerarias que con el paso de la pandemia han visto como el coronavirus ha desbordado su capacidad de operación en el país. 

Es tal la carga que tienen las funerarias que muchos de los cuerpos han tenido que ser guardados en contenedores con refrigeración mientras esperan su turno para ser cremados o enterrados. 

Uno de los casos que más llama la atención es el de Bogotá donde precisamente la Alcaldía ha tenido que recurrir a estos contenedores para hacer espacio y evitar que los cuerpos contagiados por Covid-19 contagien a más personas.

Según cifras del DANE, Bogotá concentró el 40 por ciento de los decesos confirmados por coronavirus, a nivel nacional, en el primer trimestre de 2020. 

En la capital del país existen nueve cementerios de los cuales cuatro están administrados por la Alcaldía y cinco por privados. También hay trece hornos crematorios, seis públicos y siete en mano de empresas privadas. A pesar de esta infraestructura la ciudad no da abasto con la cantidad de víctimas de los últimos meses. Eso sin contar las personas que fallecen por otras causas ajenas al virus. 

En Antioquia hay 13 hornos crematorios, que podrían ser 14 en caso de usar el único de la región para animales, ubicados en Medellín, Guarne, Itagüí y Rionegro. Estos hornos tienen la capacidad de procesar entre 140 y 160 cuerpos cada 12 horas, considerando un promedio de dos horas por cada uno. 

En la costa, más precisamente en Barranquilla antes de que llegara el Covid-19 diariamente se hacían en promedio entre 35-40 funerales, en los meses de pandemia este promedio ha subido a más de 80 cada día. Ese aumento ha causado retrasos de hasta más de 24 horas en las funerarias para recoger los cuerpos de fallecidos en viviendas, clínicas y hospitales.

A pesar de la situación, el secretario de Gestión Social de la Alcaldía de Barranquilla, Santiago Vásquez asegura la capacidad de los cementerios está lejos de ser copada “porque se están construyendo nuevas bóvedas y además se están haciendo las exhumaciones de ley con los cuerpos que ya llevan más de cuatro años”. 

La otra cara de las funerarias durante la pandemia 

Aunque se han visto desbordadas por la cantidad de víctimas, las funerarias se las han ingeniado para seguir ofreciendo sus servicios y que las familias puedan brindar el último adiós a sus seres queridos.

Un ejemplo de ello es la labor que viene realizando el diácono Mauricio Castiblanco, que pasó de dar misas y el sentido pésame a los familiares en iglesias y funerarias a hacerlo a las afueras de los cementerios.

El diácono Castilblanco y otros cinco diáconos más rezan con los familiares de los fallecidos, leen pasajes de la Biblia, e intentan dar al difunto una despedida apropiada.

Es así como en los últimos meses, la demanda de este servicio ha aumentado considerablemente, tanto que en un día el diácono Mauricio ha llegado a realizar 14 servicios en un solo día.

¿Cómo es el ritual? La ceremonia empieza cuando el coche fúnebre llega al cementerio, seguido de los familiares y seres queridos. Todos se reúnen con los implementos de bioseguridad obligatorios alrededor del diácono, quien rocía el coche fúnebre con agua bendita y lee algunos pasajes de su libro de ritos funerarios. 

No es la forma más común para darle el último adiós a ese familiar, amigo o ser querido, pero por lo menos si es una linda forma de hacerlo en medio de la situación tan compleja en la que estamos.

Recomendaciones a la hora de dar el último adiós

Las ceremonias de despedida están limitadas en cuanto a la cantidad de personas que pueden asistir al cementerio, pero si has tomado la decisión de darle el último adiós a esa persona como antes, es importante que tengas en cuenta las siguientes recomendaciones que hace el Ministerio de Salud. 

  • El uso de mascarillas o tapabocas es obligatorio.
  • Los rituales deben realizarse preferiblemente en espacios al aire libre, en vez de lugares cerrados con poca ventilación.
  • Evitar compartir objetos de uso común como biblias, rosarios etc.
  • Reducir al máximo el número de participantes de la actividad. 
  • Aumentar la frecuencia de higiene en manos.
  • Mantener el distanciamiento social (2m).
  • Preferiblemente los mayores de 60 años no deberían acudir al ritual religioso, de hacerlo, tomar precauciones adicionales para reducir el riesgo de contagio.
  • Las personas que comparten el hogar pueden consolarse unos a otros como de costumbre, abrazarse, darse la mano y sentarse unos al lado de otros.
  • Las personas deberían inclinar la cabeza, hacer una reverencia o levantar la mano como saludo en vez de tomarse de las manos o darse un apretón de manos, abrazarse o besarse con aquellos que no son miembros de su hogar.

Si por temor al contagio no quieres correr el riesgo de hacer un funeral presencial, una de las alternativas para despedir al fallecido es organizar un funeral virtual. De este modo no se pondría en riesgo la salud de los miembros de la familia y se le estaría dando el último adiós a esa persona especial. 

Gracias a la tecnología es posible organizar videollamadas para que participen amigos y familiares. En estas videollamadas se pueden compartir fotos, historias o vídeos. Aquí es importante coordinar con la familia y amigos y establecer fecha y hora para rendir homenaje. 

Un bonito gesto que se podría tener con el difunto es crear un libro virtual, un blog o incluso una página web en la que se incluya ese tipo de material. Aunque pareciera raro, la situación en la que estamos nos ha llevado a modificar muchas cosas de nuestras vidas y el duelo ha sido una de ellas. 

Sabemos que el duelo es una de las etapas más difíciles que el ser humano puede vivir y en La Ascensión S.A. queremos ser ese apoyo que necesitas en momentos como estos, por eso nuestros servicios están enfocados en darte a ti y tu núcleo familiar una asistencia más humana y cercana.

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