El obituario y las exequias hacen parte de una despedida digna

Obituario 

A veces cuando fallece un ser querido no sabemos como decírselo a las personas cercanas o amigos porque es un momento bastante complicado de llevar, en otras ocasiones quisiéramos hacerles honor compartiendo un poco de lo que fueron en vida. Para cualquier caso existe el obituario que facilita las tareas mencionadas anteriormente. 

¿Qué es un obituario?

Obituario es un término que procede de óbito, que significa la muerte de un individuo. El diccionario de la Real Academia Española reconoce varias acepciones relacionadas a esta cuestión.

1. m. Libro parroquial en que se anotan las partidas de defunción y de entierro.2. m. Registro de las fundaciones de aniversario de óbitos.3. m. Necrología.4. m. Sección necrológica de un periódico.

Tradicionalmente se trata de un anuncio escrito sobre la muerte de una persona. Casi siempre es un texto que describe la vida, la personalidad y algunos logros de la persona que ha fallecido. Igualmente se comparten los detalles del próximo servicio funerario. Generalmente un obituario se publica en periódicos y en páginas conmemorativas en Internet.

Las celebridades suelen recibir obituarios en periódicos muy grandes de las ciudades y en todos los medios. Para el resto de personas, los amigos o familiares son los que pagan a un periódico local para publicar un obituario que ellos mismos han escrito para dedicarle a su ser querido, aunque recientemente gracias a la era de la tecnología también se puede publicar en línea o compartirlo por redes sociales. 

Cuando alguien fallece no es una necesidad hacerle un obituario, pero suele ser la manera más fácil de comunicarle al resto de personas acerca de su muerte o para resaltar los grandes momentos que tuvo en vida. 

Las personas suelen confundir los obituarios con las esquelas, pero no son lo mismo. Las esquelas son avisos fúnebres que solo se limitan a comunicar datos breves sobre los servicios funerales como hora y lugar, aunque también suele publicarse en periódicos. Su contenido es más puntual. 

Un obituario siempre debe ser póstumo, es decir; debe ser publicado cuando la persona ya está muerta. En muchas ocasiones, cuando se trata de personas famosas, ocurre que los medios publican obituarios y la persona sigue con vida, lo cual se considera una falta de respeto. 

Estructura de un obituario

No importa el orden de los acontecimientos dentro del obituario, pero generalmente contiene cierta información base que se comparte con la comunidad específica o por cuestiones de interés público:

  • Suele contener información sobre cómo y cuándo ha fallecido la persona en cuestión. 
  • Una reseña sobre la vida y logros de la persona. 
  • Se puede hacer una mención de sus familiares cercanos. 
  • Por último, es importante mencionar el lugar, la hora y los detalles de los arreglos funerales para las personas que los quieran acompañar. 

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Paso a paso para escribir un buen obituario

Escribir un obituario que le haga honor a nuestro ser querido puede ser difícil en ese momento de dolor. Pero existen muchas guías para que no sea tan complicado hacer un obituario completo y que resalte las mejores cualidades de la persona fallecida. 

1. ¿Dónde quieren ver el obituario? Es importante pensar dónde queremos ver publicada la información de nuestro ser querido para tener en cuenta la extensión del texto, la fecha límite de publicación y en caso de ser en un periódico es muy probable que tenga algún costo. Otra opción es compartirla a través de las redes sociales de los familiares. 

2. Investigación. Para obtener el resultado que queremos y expresarnos de la mejor manera es importante que quien escriba el obituario tenga conocimiento total de la persona fallecida para incluir lo más importante.  

  • Fecha y lugar de nacimiento. 
  • Nombre de los padres. 
  • Nombre de los hermanos. 
  • Lugar donde creció.
  • Carrera que estudió. 
  • Nombre de pareja o esposo. 
  • Actividades favoritas. 
  • Donde trabajaba. 
  • Si tenía hijos. 
  • Descripción de la personalidad de la persona. 
  • Alguna historia característica que les recuerde a esa persona.
  • Logros profesionales.

 3. ¿Qué hubiera querido esa persona? A la hora de escribir siempre es válido preguntarse qué le hubiera gustado a esa            persona, ¿qué tono debería ser, divertido o triste? ¿qué hablará de su personalidad? Lo importante es resaltar lo que                  nuestro ser querido hubiera querido contar y de la forma en la que probablemente lo hubieran hecho ellos para que                    sea  un obituario personal.  4.  ¿Cómo falleció? Puede que el motivo de la muerte lo quieran mantener en privado como puede que no. Es importante tener claro si quieren contar las causas de su muerte.

5.Revisión final. Una vez tengan el borrador del obituario se recomienda leer varias veces para tener claro que no hayan        errores y que toda la información es correcta. También se le puede pedir a alguien cercano que le de una leída final                  porque puede que la persona que lo escriba pase por alto algún error. Esto con el objetivo de que a la hora de publicar              todo salga perfecto. 

Es poco común, pero también existen personas que piensan en su obituario antes de fallecer y ellos mismos lo escriben. Cuando mueren, sus familiares o amigos solo tienen que publicarlo y compartirlo con la sociedad. 

Exequias

Otra parte fundamental cuando algún ser querido llega al final de la vida es tener presente qué tipo de despedida queremos darle. Las exequias se refieren a las ceremonias u honras fúnebres que se le hace a las personas para darle una despedida y entierro digno. 

Las exequias son tradicionales desde la época de los romanos, para ellos a la hora del funeral era muy importante el cortejo que se les hacía. Los cadáveres eran amortajados, es decir; le ponían la vestidura con la que lo iban a enterrar, luego lo velaban, después lo trasladaban al lugar donde iba a ser incinerado y por último recogían los restos y los depositaban en una urna. Todo el proceso siempre se realizaba con mucho respeto hacia los difuntos y sus familiares. 

La tradición continúa hasta el día de hoy, con algunas variaciones, pero el objetivo final es el mismo. Los familiares de las personas fallecidas están en todo su derecho de elegir qué tipo de exequias le quieren realizar a su ser querido, casi siempre depende de su orientación religiosa o costumbres familiares. 

Exequias católicas 

Los rituales exequiales de la religión católica fomentan un espacio para que los familiares y los amigos de la persona fallecida sufran por su ser querido, pero a la vez confíen en la voluntad de Dios. Están compuestos por la Recepción del cuerpo, la Liturgia de la Palabra, la Liturgia de la Eucaristía, la Última Encomendación y el Adiós.

Cuando una persona fallece se realiza el embalsamiento del cuerpo. Suelen prepararlo con la mejor ropa para que a la hora de exhibirlo en el ataúd las personas que lo vean se lleven un último recuerdo grato. En algunas ocasiones las familias pueden elegir que nadie vea el cuerpo. 

Parte importante de las exequias católicas es el velorio. Es una ceremonia que recibe a todos los familiares, amigos y conocidos de la persona fallecida que quieren compartir las horas después de su muerte, suele ser un espacio en que todos se reúnen a orar por su alma. Actualmente el velorio se realiza en funerarias, pero antes se podían hacer en casa de los familiares o en las iglesias. 

Tras el velorio, el cuerpo es trasladado al cementerio o al crematorio según sea estipulado por los familiares. Allí se llevará a cabo la parte más importante, un sacerdote procederá con la Misa del Difunto. Continúan con la última encomendación, que es recomendar al difunto a Dios por parte de la comunidad de la iglesia.

Por último está el adiós final, cuando se entierra el ataúd o la cremación del cuerpo, es la última oportunidad de ver el cuerpo de su ser querido y despedirse. 

Exequias budistas

Los budistas creen en la reencarnación, para ellos el final de los días es solo una etapa más en el ciclo natural de la vida. Confían en que sus acciones en vida son el motivo de que regresen convertidos en algo bueno o en algo malo. No suelen verlo como una situación desoladora.

Las exequias budistas se realizan con uno o varios monjes presentes, son quienes escogen la fecha de realización de la ceremonia final. Igual que los católicos preparan el cuerpo con formol para que este pueda permanecer en casa los siete días posteriores a su muerte. Las seis noches previas a la cremación los monjes ofrecen oraciones a las siete de la noche.

Para los budistas el ambiente funerario no es triste, suelen compartir el espacio conversando e incluso pueden llegar a contratar músicos tradicionales. El último día, el séptimo, se lleva a cabo la cremación del cuerpo, ya sea en el templo o al aire libre. Los monjes realizan oración durante por 30 minutos. Durante la cremación se utiliza incienso para el fallecido y en honor a Buda. 

No importa la religión, al final de la vida de un ser querido, lo que más quiere la familia o la comunidad a la que pertenece es que tenga unas exequias dignas, demostrar que respetan su muerte, compartir por última vez y despedirse en paz de su ser querido. 

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