Mitos y verdades sobre la pérdida de ese ser querido

Pareja junta sentada viendo el atardecer

Morir

Louis-Vincent Thomas habla de tres miedos que el ser humano tiene sobre la muerte: miedo a la propia muerte y no solo a ella sino a lo que puede venir después de la misma. Este miedo solo ha sido posible explicarlo a través de la religión; miedo a la muerte de esas personas cercanas y/o que amamos; y por último miedo a que los muertos regresen.

Es indiscutible que morir es un tema sensible para los seres humanos y lo mejor que podemos hacer cuando una situación como esta llega a nuestras vidas, es cambiar la percepción de la misma.

Decirlo es fácil, llevarlo a la práctica es más difícil, pero somos nosotros mismos los que podemos darle un nuevo sentido a la muerte que por lo general nos llena de tristeza, dolor y angustia.

No existe una receta para afrontar la muerte de ese ser querido, pero sí podemos tomar ciertas precauciones para afrontar ese momento de una manera sana tanto física como mental.

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El duelo es una experiencia individual; no hay una forma correcta o incorrecta de llorar. La forma en que lloramos a esa persona, incluso mascota depende de muchos factores, incluyendo nuestra personalidad y estilo de afrontamiento, la experiencia de vida, nuestra fe y cuán importante fue la pérdida.

Inevitablemente, el proceso de duelo lleva tiempo. La curación ocurre gradualmente; no podemos forzarlo o apresurarlo, tampoco, existe un calendario “normal” para el duelo. Algunas personas comienzan a sentirse mejor en semanas o meses. Para otros, el proceso de duelo se mide en años. Cualquiera sea la experiencia es importante ser paciente consigo mismo y permitir que el proceso se desarrolle naturalmente.

Mitos y verdades

Mito:

El dolor desaparecerá más rápido si lo ignoras.

Verdad:

Intentar ignorar el dolor o evitar que salga a la superficie sólo empeorará a largo plazo. Para una curación real, es necesario enfrentar el dolor y lidiar activamente con él.

Mito:

Es importante “ser fuerte” ante la pérdida.

Verdad:

Sentirse triste, asustado o solo es una reacción normal a la pérdida. Llorar no significa que seas débil. No necesitas “proteger” a tu familia o amigos con un frente valiente. Mostrar los verdaderos sentimientos puede ayudar a ellos y a ti.

Mito:

Si no lloras, significa que no lamentas la pérdida.

Verdad:

Llorar es una respuesta normal a la tristeza, pero no es la única. Los que no lloran pueden sentir el dolor tan profundamente como los demás. Es posible que simplemente tengan otras formas de mostrarlo.

Mito:

El duelo debe durar aproximadamente un año.

Verdad:

No existe un periodo de tiempo específico para el duelo. El tiempo que toma difiere de persona a persona.

Mito:

Seguir adelante con tu vida significa olvidarte de tu pérdida.

Verdad:

Continuar adelante significa que has aceptado tu pérdida, pero eso no es lo mismo que olvidar. Puedes seguir adelante con tu vida y mantener el recuerdo de alguien o algo como una parte importante de nosotros. De hecho, a medida que avanzamos por la vida, estos recuerdos pueden volverse cada vez más integrales para definir las personas que somos.

Las 5 etapas del dolor

La psiquiatra Elisabeth Kübler-Ross introdujo lo que conocemos como las “cinco etapas del duelo”. Estas etapas se basaron en sus estudios de los sentimientos de los pacientes con enfermedades terminales, pero muchas personas los han asociado a otros tipos de cambios negativos en la vida, como una ruptura o la pérdida de un trabajo.

Estas etapas son:

Negación:

Negamos la realidad de que esa persona ya no está con nosotros. Existen dos tipos, la negación explícita y la no explícita y esta no es más que aceptamos la información de la muerte de esa persona pero en la práctica nos comportamos como si eso no hubiera sucedido. “Esto no me puede estar pasando a mí”.

Ira:

La frustración que nace cuando alguien muere se traduce en rabia o ira pues nos sentimos impotentes al saber que no podemos hacer nada para revertir esa situación.

Negación:

Ofrece la fantasía de estar en control de la situación. Fantaseamos con la idea de revertir el proceso y buscamos estrategias para hacer que eso sea posible.

Depresión:

En esta etapa experimentamos un vacío tan grande que nos es normal, se puede producir la necesidad de aislarnos, ocasionando también que nos veamos más cansados.

Aceptación:

Es el momento en el que aceptamos la pérdida y continuamos con nuestra vida sin ningún problema. Esta etapa se caracteriza por la falta de sentimientos intensos y por el cansancio.

La muerte es una de las etapas más difíciles que tiene el ser humano, pero podemos hacerla más llevadera si ponemos de nuestra parte y nos apoyamos en los demás.

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