Fallecido
Tanto el ataúd como el féretro cumplen con la misma función; poner el cuerpo del fallecido en una “caja” para oficializar el funeral y posteriormente el entierro o cremación. Pero lo que muchos no sabemos es que no son lo mismo y solemos referirnos a ambos como sinónimos.
Lo cierto es que las diferencias entre ambos se basan en el diseño, los materiales en los que están fabricados y cuestiones culturales. Sobre esto último y para que se hagan una idea, los judíos suelen despedir al fallecido en féretros, mientras que los católicos en ataúdes.
Ataúd
Los ataúdes tienen forma hexagonal, siendo la parte de los hombros más ancha al resto de la estructura. La parte donde va la cabeza tiene un acabado en punta, mientras que de los hombros hacia los pies se va haciendo más angosto. Por lo general, tiene tres tiradores de metal a cada lado, para que los portadores puedan transportarlo.
Este tipo de estructura nació con la necesidad de ahorrar dinero y materiales, por lo que eran fabricados principalmente en madera de pino, no contaban con forro en su interior y eran lisos. Pero en algunos casos tenían detalles como manijas, entre otros accesorios que servían para revelar la posición social del fallecido.
En la actualidad no son tan comunes como los féretros, pero quienes optan por uno pueden pedirlo con detalles de bronce o plata en el exterior, que lleve grabado el nombre del difunto o un breve mensaje
Féretros
A diferencia del ataúd, los féretros tienen una forma rectangular homogenea; no termina en en punta y es ancho de arriba hacia abajo. Para algunos el féretro es más moderno que el ataúd, no solo por el diseño sino por los detalles. Generalmente vienen forrados y acolchados, con una tapa que se divide en dos secciones.
La sección superior, donde va la cabeza y hombros del fallecido se abre para poder ver y darle ese último adiós. Al igual que el ataúd, los féretros cuentan con tres tiradores de metal a cada lado para que pueda ser transportado.
Los materiales que se usan pueden variar y dependerá de lo que el cliente quiera, pero puede estar hecho de acero inoxidable, bronce, cobre, fibra de vidrio o madera como el roble o pino.
Pero una de las diferencias más notables entre ambos cajones es el uso. Antiguamente lo más utilizado para despedir a ese ser querido era el ataúd, pero con el pasar de los años esto fue cambiando y son ahora los féretros los cuentan con más popularidad sin importar la costumbre religiosa.
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Más allá de lo tradicional
Aunque parezca una moda, el tema del medio ambiente también ha llegado a los ataúdes y féretros, pues hoy en día podemos adquirir cajones fabricados con materiales biodegradables o ecológicos.
Estos cajones tienen un proceso de descomposición mucho más amigable con el medio ambiente, pues no dejan restos contaminantes ya que están hechos de elementos como cartón reciclado, bambú o madera con certificado ecológico.
Además de cuidar el planeta tierra, una de las ventajas más relevantes es su costo, pues es mucho más asequible por los materiales utilizados y su proceso de fabricación es menos laborioso. La elección del cofre es una parte importante del funeral y puede marcar el tono de la ceremonia.
Si cuentas con un plan de previsión exequial, es muy probable que la empresa con la que contrataste el servicio te de un catálogo con las opciones para el ataúd. Ya dependerá si lo que te ofrecen suple tus necesidades, de lo contrario podrás acudir a una empresa para comprar el que más te guste.
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